Como muchos sabéis resido en Badajoz y a pesar de ser un gran amante del mar, no lo tengo muy cerca, tanto si bajo hacia las playas andaluzas, como si entro en Portugal.
Hoy os traigo una ruta que está muy bien para acercarte a la playa y como no, conocer a nuestra vecina Portugal, que me resulta extraño haber estado tantos años tan cerca y conocerlos tan poco. Hay que decir que allí hay mucha afición motera y es distinta a lo que estamos acostumbrados. Por señalar una gran diferencia, en Portugal los «Moto Clubes» o «Grupos Motards», suelen tener su sede, que se la han trabajado ellos y por supuesto la gestionan ellos directamente. Es algo parecido a los MC en España, puesto que aquí los que se hacen llamar motoclubs o grupos moteros, suelen tener su sede en algún bar o restaurante, lo que te hace estar condicionados a horarios y apertura al público en general.
Volviendo a la ruta, os comento que desde Badajoz hasta la zona de costa portuguesa hay autopista, con un recorrido de poco más de doscientos kilómetros y un coste de unos 16 euros en los peajes, no necesitando tarjetas especiales de pago en autopista, ni ningún dispositivo extraño que si son obligatorios en otros peajes de Portugal. Pero para viajar en moto te recomiendo que circules por la nacional, hay tráfico, pero una motocicleta se puede mover muy ágilmente, aunque el firme deja mucho que desear en algunos tramos, de paso seguro que encontrarás más de un lugar donde parar a realizar turismo, realizar unas fotos o descansar un rato.
Yo te cuento tal y como hice el viaje y por cierto me encantó. Partí de Badajoz, tras desayunar en el Bá de Fran, uno de los pocos bares de Badajoz que a pesar de no tener una temática motera, suele haber siempre algún motero por allí, dado que su dueño es de los nuestros.
Al adentrarme en Portugal lo realicé por la autovía A-V, que se convierte en autopista de peaje AP6. Para no alargar mucho el viaje tomé la última salida de Elvas, cuarta salida, y así evitar peajes, rodando por la N4, pero para los que no conocéis la zona os recomiendo coger la primera salida a Elvas y así cruzarla, por supuesto si tenéis tiempo no dejéis de visitar su centro de ciudad, tendréis que pasar dentro de la zona amurallada y salir junto a su acueducto, hay que decir que Elvas es Patrimonio de la Humanidad.
Tanto si has cruzado Elvas, como si has salido de la autopista irás pasando por Vila Boim, Terrugem, Borba, es en una zona de conocidos vinos y encontrarás muchos carteles de «adega» significa bodega en portugués. En Borba puedes continuar por la N4 y a continuación encontrarás Estremoz, localidad de unos quince mil habitantes, coronada por su castillo. En Estremoz puedes salir hacia Évora, localidad cercana a sesenta mil habitantes y llena de historia desde la época romana, para continuar hacia Montemor o Novo. Yo seguí directo hacia las localidades de Vimiero, Arraiolos, Montemor o Novo, localidad con entorno a diecinueve mil habitantes también coronada por un castillo. Aquí subí por realizar una parada y disfrutar del paisaje.
Continuando viaje por la N4, llegarás a Vendas Novas, ahí tienes que parar y comer alguna bifana, para los españoles una bifana es un bocadillo a modo de mollete con filetes dentro, eso sí, no olvides de ponerle mostaza y mucha, sino estás acostumbrado a la mostaza te impresionará el tamaño de los envases que usan.
Vendas Novas es la localidad de las bifanas por excelencia, las encontrarás en todos los restaurantes, incluso a unos kilómetros antes de llegar a la derecha encontraras «A Casa das bifanas», yo paré casi saliendo del pueblo y allí estaban muy buenas, además que debe ser buen lugar, pues se encontraba dentro del restaurante medio pueblo comiéndolas.
De nuevo al continuar el viaje seguimos por la N4 sentido Lisboa, al llegar a Pegões cogí la N10, por lo que giré a la izquierda hacia Setubal.
En Setubal hicimos una parada para comer junto al puerto, hay una avenida amplia con un paseo central y llena de restaurantes. Nos llamó la atención que también tiene su especialidad, es la sepia (allí choco), te la ofrecen en todos los restaurantes como lo mejor de la zona. Nosotros elegimos una Dorada que no era de piscifactoría y la verdad que estaba muy buena.
Tras realizar unas fotos por la zona continuamos viaje de nuevo por la N10 hacia Azeitao, Quinta do Conde, Coina, Amora, Corrojos. En Corrojos nuevamente nos desviamos hacia la izquierda, cogimos la N10-1 llegando a Sobreda y finalmente Costa da Caparica.
A pesar de llegar a la playa en un día algo nuboso, pudimos disfrutar tanto de la costa portuguesa como del viaje, además al irnos el domingo encontramos un mercado de cosas antiguas en la avenida que sube de la playa a la localidad. Es impresionante el tipo de cosas antiguas que puedes encontrar en ese tipo de mercados.
Saludos y ráfagas.