Triumph Bonneville T100

La Bonneville es una moto de las de siempre, con una conducción fácil y divertida. Con ella entrarás en contacto con más de cincuenta años de tradición, pero está construida con todos los avances de la ingeniería moderna.

Dentro del apellido Bonneville nos encontramos con tres modelos, la Triumph Bonneville, Bonneville SE y Bonneville T100. Hemos probado esta última os pongo un enlace al vídeo subido a youtube.

Todas tienen en común el motor bicilíndrico en paralelo de 865 cc, con falsos carburadores que esconden su inyección electrónica, con 68 cv, refrigerado por aire, con un pequeño radiador de aceite situado en la parte frontal. El motor no resulta temperamental, ni exigente, lo que las convierte perfectas para el día a día, aunque claro está con ese toque de distinción retro y nostálgico.

Todas ellas montan el mismo cambio de cinco velocidades, que es ágil, pero te tienes que acostumbrar a meter el punto muerto, una vez parada te puede resultar torpona.

Tienen aspectos arraigados desde sus inicios, como la suave curva de la parte superior del depósito, los amortiguadores traseros gemelos, los largos silenciadores, la carcasa cromada del faro y el tablero de instrumentos montado en la tija superior, dejando todo su espíritu Bonneville.

El chasis es el sempiterno tubular de cuna, formado por tubos de acero. La horquilla y el doble amortiguador trasero son de Kayaba, dejando una dirección cómoda, fácil y con gran equilibrio incluso a bajas velocidades, permitiendo moverte ágilmente por ciudad.

En cuanto a sus frenos, presenta disco tanto delante con 310 mm, como detrás con 255, con una buena frenada, no teniendo nada que ver con los que montaban por sus inicios.

Como he comentado anteriormente hemos realizado una prueba a la Bonneville T100. En ella se aprecian algunos toques especiales claramente sesenteros, como los escapes de estilo “peashooter”, las tapas de motor cromadas, la carcasa del panel de instrumentos en color negro con cuentavueltas, el logotipo de Triumph en el asiento, la pintura en dos tonos, las ruedas de radios y los fuelles en la horquilla. Todo ello la situa en 230 kgr de peso, tan solo cinco más que sus hermanas.

La instrumentación es de fácil lectura, formada por doble esfera analógica sobre cubiertas cromadas. En una de ellas aparece el velocímetro y una pantalla digital con lo imprescindible: totalizador, parciales y hora. La otra queda reservada para las revoluciones y los testigos tradicionales de todas las motocicletas.

En definitiva una moto de fácil manejo, con un público amplio, dado que a la vez que la puede llevar un conductor con poca experiencia, un conductor experimentado también disfrutará con ella.

Saludos y ráfagas.