Casco de protección

     La elección de un casco y su adecuada utilización es muy importante, pudiendo llegar a ser vital. Por ello hay que buscar que sea seguro, que se adapte bien a nuestra cabeza y esté bien atado, en caso contrario ni el mejor de los cascos nos protegerá.

    Los traumatismos en la cabeza son la lesión más frecuente en los accidentes de motocicleta y la principal causa de muerte. Por ello solo el llevar el casco no es suficiente, para comenzar hay que hacer uso de un casco homologado, para que nos garantice unas condiciones mínimas de seguridad.

     Hay tres tipos de cascos, el integral, el modular y el abierto o jet.

Tipos de cascos
Tipos de cascos

    El casco integral:

Ventajas: es el más seguro y más recomendado por sus prestaciones en seguridad, protege mejor de traumatismos faciales y craneales.

Inconvenientes: propicia más el empañamiento, es más incómodo si se necesitan gafas, y no permite la manipulación de la nariz o boca. Además al ser el más cerrado da más calor, siendo más incómodo en verano, sobre todo para trayectos urbanos que por la baja velocidad no tiene gran ventilación.

    El casco modular:

Ventajas: la mentonera abatible lo convierte en un casco más cómodo, sobre todo si se conduce con gafas. Permite la manipulación de la nariz y la boca.

Inconvenientes: tiene mayor peso (se recomienda usar un casco que no pese más de 1400 gramos) y la pieza maxilar al ser abatible con el uso puede crear holguras, obligando a algo de mantenimiento para que dicha pieza no se cierre sola en baches o al bajar la cabeza, lo que nos puede obstaculizar la visión. Además, en el caso de viento lateral suelen dar ruido.

     El casco abierto o jet:

Ventajas: es más pequeño y ligero, indicado para trayectos cortos y urbanos.

Inconvenientes: la cara, barbilla y mandíbula quedan desprotegidas, por lo que hay más posibilidad de impacto de micropartículas en la cara.

     Una vez decididos por el modelo del casco lo primero que hay que tener en cuenta es que reúna unas condiciones mínimas de seguridad, para ello nos fijaremos en la homologación. Los que se venden en la Unión Europea deben de llevar una etiqueta con la letra E, un número correspondiente al país donde recibe la homologación (en España es el 9) y la norma europea vigente ECE R22-05.

      Así es la etiqueta de homologación:

 Etiqueta homologación   a.- País donde se realiza la homologación.

  •     b.- Revisión vigente de la norma (05).
  •     c.- Número de homologación asignado al casco.
  •   d.- Letras, P, N/P, J, según el tipo de casco y el nivel de seguridad. P: Protectivos (integrales y algunos modulares); N/P: No protectivos (la mentonera no proteje); J: jet o abierto.
  •    e.- Número de serie de protección que permite controlar y seguir un producto.

      Para que un casco obtenga la homologación y antes de ponerse a la venta, tanto el casco como la pantalla se someten a una serie de pruebas al amparo del Reglamento CEPE/ONU 22R05. Para ello se realizan ensayos de impacto y rigidez en los que se golpea la calota exterior del casco con yunques, uno plano y otro en forma de cuña o bordillo.

   Se somete a condiciones ambientales extremas (temperaturas de entre +50 y -20 grados centígrados) y a pruebas de proyección, fricción y retención. También se comprueba el campo visual y las cualidades de la pantalla, vertiendo sobre ella material abrasivo e impactándole con un punzón.

   Hay que tener en cuenta que los cascos también caducan. Con el tiempo los materiales se debilitan, las almohadillas se deforman, surgen holguras, las correas ceden… Los fabricantes estiman la vida útil de un casco entre los 3 y 6 años, dependiendo del uso.

   Y desde luego, cuando sufre algún golpe hay que sustituirlo porque está diseñado para absorber el impacto mediante la destrucción de algunos de sus componentes. La aplicación de pinturas, disolventes, adhesivos o combustibles puede afectar a su conservación.

  La Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial señala que “conductores y pasajeros de motocicletas y ciclomotores, deberán utilizar adecuadamente cascos de protección homologados o certificados, según la legislación vigente cuando circulen tanto en vías urbanas como interurbanas”. No hacerlo es una infracción grave penalizada con 200 euros de multa y la retirada de tres puntos.

   Saludos y ráfagas.